Uso de butilhioscina comparada con tamsulosina en la disminución de los síntomas relacionados a catéter ureteral doble J
DOI:
https://doi.org/10.48193/revistamexicanadeurologa.v79i3.396Palabras clave:
Catéter JJ, litiasis ureteral, ureterolitotricia, ureteroscopia, tamsulosina, butilhioscinaResumen
Antecedentes: Los catéteres doble j, son herramientas ampliamente utilizadas en urología, sin embargo, al tratarse de un cuerpo extraño en el tracto urinario estos presentan efectos adversos tras su aplicación hasta en el 30 % de los casos. Estos síntomas son atribuidos a la irritación local del espiral del catéter en la vejiga o si se encuentra en el cáliz renal. Numerosos estudios demuestran que la tamsulosina y algunos anticolinérgicos disminuyen los síntomas relacionados a catéteres ureterales.
Materiales y métodos: Se realizó un estudio prospectivo observacional, aleatorizado y comparativo. La distribución se hizo de forma aleatoria de casos consecutivos 1 a 1. Los pacientes fueron sometidos a tratamiento endourológico, con ureteroscopia semirrígida y/o flexible, así como litotricia neumática y/o láser. Se obtuvieron dos grupos, incluyendo un total de 77 pacientes, 39 pacientes asignados al grupo 1 que recibieron tamsulosina 0.4 mg por vía oral cada 24 horas durante un mes posterior a la cirugía y 38 pacientes asignados al grupo 2, que recibieron 20 mg de butilhioscina por vía oral cada 8 horas por un mes posterior a la cirugía. La evaluación se realizó en el consultorio de urología, se aplicó el cuestionario validado Ureteric Stent Symptom Questionnaire (ussq), a la semana 1, 2, y 4 posterior a la inserción del catéter doble J.
Resultados: Ambos tratamientos disminuyeron los síntomas irritativos y el dolor desde la segunda semana, presentando significancia estadística en la semana 4 respecto a la basal obtenida en la semana 1 (p<0.05). Además, se observa una mejoría en la calidad de vida con decremento de más de 4.3 puntos del cuestionario validado en la semana 4 (p<0.05). Al comparar ambos grupos de tratamiento no hubo diferencia significativa en la mejoría de los síntomas irritativos, en la mejoría del dolor o en la mejoría de la calidad de vida tras 4 semanas de tratamiento.