¿Existe disfunción eréctil posterior al manejo quirúrgico en la fractura de pene? Evaluación funcional y de la satisfacción sexual

Autores/as

DOI:

https://doi.org/10.48193/revistamexicanadeurologa.v79i5.497

Palabras clave:

Fractura de pene, Disfunción eréctil

Resumen

Introducción: La fractura de pene (FP) es una emergencia urológica que se conceptualiza como la ruptura de la túnica albugínea del cuerpo cavernoso en erección con o sin afectación uretral. El objetivo de este estudio es describir la preservación de la función eréctil en pacientes con antecedentes de fractura de pene manejados con reparación quirúrgica.

Material y Métodos: Estudio observacional, descriptivo, analítico y retrospectivo de pacientes atendidos en el Departamento de Urología del Hospital General de México, durante el período de 2005 a 2019 con diagnóstico de fractura de pene. Un total de 32 expedientes clínicos tratados en nuestra unidad, analizando las siguientes variables: edad al momento de la fractura, preferencia sexual, estado civil, mecanismo de trauma, condición anatómica, tiempo de atención médico-quirúrgica, tiempo de recuperación, curvatura del pene, disfunción eréctil -IIEF-5-, fibrosis o estenosis uretral como complicaciones postraumáticas y seguimiento temporal.
Resultados: El mecanismo de lesión presentado por los pacientes fue el coito 24 (75%), la promiscuidad estuvo presente en 16 casos (50%). Con respecto a la preferencia sexual, se registraron 31 casos como heterosexuales (97%), la posición sexual más frecuente asociada con fractura de pene fue "emparejarse" con 12 pacientes (38%). La mayoría de los 6 (19%) tenía un tiempo de atención quirúrgica registrado en 720 minutos (30 horas). La reanudación de las relaciones sexuales se informó en promedio dos meses ± 1.3 meses, después del trauma. Del total de pacientes, la gran mayoría permanece sin disfunción eréctil 19 (60%).

Conclusión: La mayoría de los pacientes que reciben atención quirúrgica oportuna al momento del diagnóstico (menos de 35 horas) tendrán un mejor pronóstico y un resultado favorable en términos de función eréctil, evitando así las secuelas de la fractura.

Referencias

Falcone M, Garaffa G, Castiglione F, Ralph DJ. Current Management of Penile Fracture: An Up-to-Date Systematic Review. Sexual Medicine Reviews. 2018;6(2):253–60. doi: 10.1016/j.sxmr.2017.07.009

Reis LO, Cartapatti M, Marmiroli R, Oliveira Júnior EJ de, Saade RD, Fregonesi A. Mechanisms Predisposing Penile Fracture and Long-Term Outcomes on Erectile and Voiding Functions. Advances in Urology. 2014; 2014:1–4. doi: 10.1155/2014/768158

Mydlo JH. Surgeon experience with penile fracture. J Urol. 2001;166(2):526–9

Zargooshi J. Sexual Function and Tunica Albuginea Wound Healing Following Penile Fracture: An 18-year Follow-Up Study of 352 Patients from Kermanshah, Iran. J Sex Med. 20091;6(4):1141–50. doi: 10.1111/j.1743-6109.2008.01117.x

Bitsch M, Kromann-Andersen B, Schou J, Sjøntoft E. The elasticity and the tensile strength of tunica albuginea of the corpora cavernosa. J Urol. 1990;143(3):642–5. doi: 10.1016/s0022-5347(17)40047-4

Barros R, Schulze L, Ornellas AA, Koifman L, Favorito LA. Relationship between sexual position and severity of penile fracture. Int J Impot Res. 2017;29(5):207–9. doi: 10.1038/ijir.2017.24

Díaz JDS, Brambila EAS. Experiencia clínica en el manejo de la fractura de pene. Revista del Colegio Mexicano de Urología Nacional. 2014;29(1):8–10.

Metzler IS, Reed-Maldonado AB, Lue TF. Suspected penile fracture: to operate or not to operate? Transl Androl Urol. 2017;6(5):981–6. doi: 10.21037/tau.2017.07.25

Erectile dysfunction. Nat Rev Dis Primers. 2016;2(1):1–1. doi: 10.1038/nrdp.2016.4

Rosen RC, Cappelleri JC, Gendrano N. The International Index of Erectile Function (IIEF): a state-of-the-science review. Int J Impot Res. 2002;14(4):226–44. doi: 10.1038/sj.ijir.3900857

Rosen R, Cappelleri J, Smith M, Lipsky J, Peña B. Development and evaluation of an abridged, 5-item version of the International Index of Erectile Function (IIEF-5) as a diagnostic tool for erectile dysfunction. Int J Impot Res. 1999;11(6):319–26. doi: https://doi.org/10.1038/sj.ijir.3900472

Al Ansari A, Talib RA, Shamsodini A, Hayati A, Canguven O, Al Naimi A. Which is guilty in self-induced penile fractures: marital status, culture or geographic region? A case series and literature review. Int J Impot Res. 2013;25(6):221–3. doi: 10.1038/ijir.2013.16

Casco S, Soto-Vega E, Arroyo C. Lesiones de pene: reporte de 4 casos. Rev Mex Urol. 2016;76(6):378–82. doi: 10.1016/j.uromx.2016.09.002

Fula-Graude Sd, Urdiales A, Santana Z. Manejo de seis casos de fractura de pene. Rev. Mex Urol. 2009;69(5):235–7.

Mahapatra RS, Kundu AK, Pal DK. Penile Fracture: Our Experience in a Tertiary Care Hospital. World J Mens Health. 2015;33(2):95–102. doi: 10.5534/wjmh.2015.33.2.95

Agarwal MM, Singh SK, Sharma DK, Ranjan P, Kumar S, Chandramohan V, et al. Fracture of the penis: a radiological or clinical diagnosis? A case series and literature review. The Canadian Journal of Urology. 2009;16(2):8.

Nason GJ, McGuire BB, Liddy S, Looney A, Lennon GM, Mulvin DW, et al. Sexual function outcomes following fracture of the penis. Can Urol Assoc J. 2013;7(7–8):252–7. doi: 10.5489/cuaj.199

Descargas

Número

Sección

Artículos originales